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jueves, 11 de junio de 2015

Crónica 31.- HISTÓRICA VICE-PARROQUIA DE PAULLO-LUNAHUANÁ

La primera Iglesia que se construyó en el Valle de Lunahuaná fue en Paullo, construida por el pueblo y con el apoyo de misioneros franciscanos. Estuvo consagrada a la Virgen de la Asunción. Ubicada en la parte baja de Paullo a orillas del río Cañete, siempre con el peligro de que el caudal carcomiera parte de la base del Templo. Y así acontecía, encontrándose restos humanos y también de soldados chilenos, enterrados con uniforme y todo para evitar que sus compañeros tomen represalias, la vez que fuimos invadidos por tropas del País del Sur.


Iglesia que alguna vez fuese visitada por Santo Toribio de Mogrovejo en sus viajes de peregrinaciones y oficiando la Santa Misa. A esa altura existía un puente colgante y otro hecho a palos (mancarrones) y era el paso obligado de todo transeúnte que pasaba en dirección a Yauyos o que retornaban para San Vicente de Cañete. 

Al otro lado del Río estaba Lúcumo y hacia la derecha Casaya, que en tiempos del Incanato debió ser un enorme cementerio pegado al cerro. Por 1950, caminando con otros niños, tropezábamos con infinidad de huesos humanos y hasta nos atrevíamos a darle puntapié a algunos cráneos. Más arriba por las parcelas de chacras, en algunas entradas observábamos momias en posición sentadas, convenientemente cubiertos por sábanas, dejándose entrever parte de sus rostros al haberse carcomido parte de la tela que lo cubría muy al estilo de la Cultura Paracas. Alrededor, había un ambiente protegido con piedras que en una época fue muy cuidada. Los mayores no nos permitían acercarnos mucho porque de lo contrario “los gentiles” podían hacernos daño. Con el tiempo, ya de adolescente, no encontramos nada, todo había desaparecido. La agricultura era maravillosa por la gran cantidad de fruta que encontrábamos, sobre todo, nísperos, uva y manzanas. También papa, camote y algodón. El Río se encargaba de proveer de gran cantidad de camarones en forma asombrosa. Hoy todo ha mermado pero no deja de ser interesante.

El inicio del turismo en Lunahuaná se produjo cuando Carlos Manuel Verau, periodista del Diario El Comercio, fundó la primera Escuela de Canotaje al borde del río aledaño al Templo. En Paullo y en todo el Valle, la naturaleza nos brinda la oportunidad para diversos juegos de aventura y espacio propicio para el camping y estacionamiento. Esta histórica Iglesia debe ser protegida y restaurada porque conjuntamente con las ruinas arqueológicas de INCAHUASI son Patrimonio Cultural, constituyéndose Paullo como la principal atracción turística del Valle.


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