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martes, 13 de octubre de 2015

Crónica 35.- Nestor De la Cruz, el Hermano

Toda mi vida desde niño, estuve preguntándome porqué la sociedad le impone a uno “un hermano”. Un ser, que el mayor de los hijos tiene que cuidarlo en todas partes y de no hacerlo le va a uno muy mal. 

Reprimenda de los padres, presión de los mayores (Que irresponsable eres y eso que es tu hermano), las amistades mayores (¿Oye, no es tu hermano?), los familiares, sobre todo las tías (le diré a tu mamá). En casa, nuestra madre “la fruta más grande es para tu hermanito, sino se va a poner a llorar”, el padre “saldremos con tu hermanito porque es el más travieso, tú te quedas”. Un juguete nuevo, “primero para él porque como eres mayor, ya entiendes”. ¡Miércoles!, quien me lo puso de hermano. Yo no lo quería. 

En los primeros años de estudios allá en el Bosque Matamula de Lince, debía fajarme en la hora de recreo o en la salida con niños mayores por defender a mi hermano que se había metido con alguien. Mi madre que se desvivía por no conservar percudido el guardapolvo blanco, debía castigarme por llegar a casa con el mandil sucio y lleno de barro por pelearme en defensa de mi hermanito. Debía permanecer callado sin acusar a los contendores, porque en esa época existía el famoso código de “no ser un soplón”. 

La historia se ha repetido por siete décadas, ya de jóvenes debía defenderlo en las fiestas por bailar con la chica de otro. Por qué no nos permiten escoger a nuestros hermanos así como escogemos a los amigos. Y de repente existen amigos a quien queremos más que a nuestros propios hermanos, porque éste nos ayuda, nos apoya en determinado momento, nos comprendemos más, jugamos mejor, conversamos mucho más tiempo y de mayores hasta nos hacemos familia, cuñados o compadres. Por qué no nos dejan escoger a nuestros hermanos así como escogemos a nuestros amigos? Porque también nació de la misma madre? Y yo que culpa tengo? El caso es que por costumbre o por seguir la voz celestial de nuestros padres que ya están en el cielo, el día de hoy mi hermanito cumple 69 años. Para el colmo, he aprendido a amarlo. Y lo amo de veras porque es el único hermanito que tengo y porque representa el amor que nuestros padres nos alimentaron a que nos profesemos. Y aún digo, si nos reuniésemos con gente de nuestra promoción y él tuviese algún problema, no dudaría en trompearme como antaño y llegar a casa con mi ropa hecho jirones. FELÍZ CUMPLEAÑOS NESTITO. Y vayan matando, prepara un excelente pisco sour o me busco un amigo….



jueves, 1 de octubre de 2015

Crónica 34.- El Plebeyo y la Aristócrata


El tiempo se encarga de cobrar revanchas. Desde aquella lejana historia que dio pie al bardo criollo Felipe Pinglo Alva para escribir la letra ícono de la canción criolla, “El Plebeyo”, el personaje principal don Jorge Lázaro Loayza estará regocijándose de alegría. 


Esta vez, un descendiente suyo se encargó de hacerlo realidad al cristalizar su amor por una bella damita al llevarla al altar. Williams Loayza Malca, se había convertido en Príncipe y del brazo de su madre Isabel (la reina madre) había ingresado a la Iglesia del Sagrario para esperar a su bellísima novia. 

Gran expectativa, como 200 invitados todos muy elegantes. Y el moderno “plebeyo” que besa a la novia en señal del inicio de una era matrimonial. La novia Katherine lucía radiante, era el centro de atención, le regalaba miradas tímidas a su novio pero se mostró con coraje al decir las palabras consabidas. No quería que el momento se acabe y comenzaron a salir del templo, felices ambos ante el aplauso de la concurrencia. De allí al barrio de La Merced, al lado del Colegio del mismo nombre. Linda recepción, hermosas palabras de los padres, padrinos y contrayentes, luciéndose como siempre el flamante suegro Alberto con mensajes muy profundos. 

El reencuentro con viejas amistades, el saludo efusivo con mis sobrinas hermanas del novio, cada una más bonita que la otra. La cantidad de “colaboradores” solícitos sirviendo vinos blancos y también tintos especialmente traídos de la Ciudad de Cañete, hizo que no viese cuando un amigo se retiró en su camioneta con su familia y que me había prometido dejarme cerca a mi casa en el cono norte de Lima. Eso permitió quedarme una horas más y disfrutar de toda la fiesta, retirándome como antaño muy entrada la mañana. 

El nieto de Jorge Lázaro, se encargó de vengar la desilusión del abuelo hace cerca de un Siglo. Porque ahora, la sangre también tiñe de rojo y los seres son de igual valor. El hermoso y viejo espejo de Jorge Lázaro brillará más esperando que con los años otro mortal se le acerque y comience a tararear las letras del “Espejo de mi Vida”. Mi querido viejo amigo, Jorge Lázaro Loayza, puedes descansar en paz.

Crónica 33.- SI SE PUEDE, Freddy Ternero


En un diálogo con Alfredo Gonzales, dirigente del Club Universitario de Deportes, le había recomendado de Freddy Ternero que haga sus inicios como director técnico de fútbol y que comience mejor con niños. Es así que lo lleva al Colegio Markham de Monterrico donde el que suscribe dirigía a los niños de la Categoría 76 y uno de mis pupilos era exactamente un vástago de Gonzales. 

Un buen día, apareció Freddy Ternero para entrenar a los niños de ocho a diez años. Al identificarnos nos hicimos amigos, teniendo gran cercanía en los días de entrenamientos que eran dos veces por semana, incluso al encontrarnos en el momento de salida me conducía en su carro hasta la Av. Arequipa. Mi equipo era bueno para el medio y para los campeonatos de AFIM donde participábamos y hacíamos gran papel. 

Hasta en tres oportunidades me pidió hacer partidos de práctica con sus alumnos. Al principio solo accedía de regular gusto porque consideraba no obtener ningún logro, pero nuestras victorias eran ajustadas y sufríamos la intensa marca que les había encomendado a sus jugadores hacerlo. Comencé a verlo de diferente manera y le auguraba grandes éxitos en el futuro como técnico deportivo. Próximo a su retiro como jugador de fútbol profesional fue técnico de la categoría menores de Universitario, luego fue asistente técnico de Markharian, entrenador del primer equipo crema. 

Luego hizo regular campaña dirigiendo a otros equipos, en el 97 dirigió una selección peruana Sub 20. En el 2001 lo encontré jugando Fulbito junto a Teófilo Cubillas en las instalaciones deportivas del RESERCLUB. Conversamos varias veces porque mi asistencia se debía a que entrenaba al equipo representativo de BASF Peruana en el campo contiguo adonde lo hacía Freddy. Que lejos estaba de pensar que se convertiría en el Entrenador Campeón de la Copa Sudamericana del 2003 dirigiendo al Cienciano del Cusco ganándole al River Plate de Argentina y en Estados Unidos al Boca Junior por la Recopa Sudamericana y que luego se convertiría en el dos veces Alcalde del Concejo de San Martín de Porres. 

Pretendí saludarlo hace como dos años cuando acudió a inaugurar el Polideportivo del Parque Franco Peruano (Parque Senhati) en la urbanización Ingeniería. No pude hacerlo, había mucha gente alrededor suyo. Lástima que nos deja pronto, muy joven a los 53 años. Solo necesitó esos años para pasar a la historia como gran estratega del fútbol peruano junto a Marcos Calderón. Solo esos pocos años para demostrar que SI SE PUEDE.