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martes, 13 de octubre de 2015

Crónica 35.- Nestor De la Cruz, el Hermano

Toda mi vida desde niño, estuve preguntándome porqué la sociedad le impone a uno “un hermano”. Un ser, que el mayor de los hijos tiene que cuidarlo en todas partes y de no hacerlo le va a uno muy mal. 

Reprimenda de los padres, presión de los mayores (Que irresponsable eres y eso que es tu hermano), las amistades mayores (¿Oye, no es tu hermano?), los familiares, sobre todo las tías (le diré a tu mamá). En casa, nuestra madre “la fruta más grande es para tu hermanito, sino se va a poner a llorar”, el padre “saldremos con tu hermanito porque es el más travieso, tú te quedas”. Un juguete nuevo, “primero para él porque como eres mayor, ya entiendes”. ¡Miércoles!, quien me lo puso de hermano. Yo no lo quería. 

En los primeros años de estudios allá en el Bosque Matamula de Lince, debía fajarme en la hora de recreo o en la salida con niños mayores por defender a mi hermano que se había metido con alguien. Mi madre que se desvivía por no conservar percudido el guardapolvo blanco, debía castigarme por llegar a casa con el mandil sucio y lleno de barro por pelearme en defensa de mi hermanito. Debía permanecer callado sin acusar a los contendores, porque en esa época existía el famoso código de “no ser un soplón”. 

La historia se ha repetido por siete décadas, ya de jóvenes debía defenderlo en las fiestas por bailar con la chica de otro. Por qué no nos permiten escoger a nuestros hermanos así como escogemos a los amigos. Y de repente existen amigos a quien queremos más que a nuestros propios hermanos, porque éste nos ayuda, nos apoya en determinado momento, nos comprendemos más, jugamos mejor, conversamos mucho más tiempo y de mayores hasta nos hacemos familia, cuñados o compadres. Por qué no nos dejan escoger a nuestros hermanos así como escogemos a nuestros amigos? Porque también nació de la misma madre? Y yo que culpa tengo? El caso es que por costumbre o por seguir la voz celestial de nuestros padres que ya están en el cielo, el día de hoy mi hermanito cumple 69 años. Para el colmo, he aprendido a amarlo. Y lo amo de veras porque es el único hermanito que tengo y porque representa el amor que nuestros padres nos alimentaron a que nos profesemos. Y aún digo, si nos reuniésemos con gente de nuestra promoción y él tuviese algún problema, no dudaría en trompearme como antaño y llegar a casa con mi ropa hecho jirones. FELÍZ CUMPLEAÑOS NESTITO. Y vayan matando, prepara un excelente pisco sour o me busco un amigo….



jueves, 1 de octubre de 2015

Crónica 34.- El Plebeyo y la Aristócrata


El tiempo se encarga de cobrar revanchas. Desde aquella lejana historia que dio pie al bardo criollo Felipe Pinglo Alva para escribir la letra ícono de la canción criolla, “El Plebeyo”, el personaje principal don Jorge Lázaro Loayza estará regocijándose de alegría. 


Esta vez, un descendiente suyo se encargó de hacerlo realidad al cristalizar su amor por una bella damita al llevarla al altar. Williams Loayza Malca, se había convertido en Príncipe y del brazo de su madre Isabel (la reina madre) había ingresado a la Iglesia del Sagrario para esperar a su bellísima novia. 

Gran expectativa, como 200 invitados todos muy elegantes. Y el moderno “plebeyo” que besa a la novia en señal del inicio de una era matrimonial. La novia Katherine lucía radiante, era el centro de atención, le regalaba miradas tímidas a su novio pero se mostró con coraje al decir las palabras consabidas. No quería que el momento se acabe y comenzaron a salir del templo, felices ambos ante el aplauso de la concurrencia. De allí al barrio de La Merced, al lado del Colegio del mismo nombre. Linda recepción, hermosas palabras de los padres, padrinos y contrayentes, luciéndose como siempre el flamante suegro Alberto con mensajes muy profundos. 

El reencuentro con viejas amistades, el saludo efusivo con mis sobrinas hermanas del novio, cada una más bonita que la otra. La cantidad de “colaboradores” solícitos sirviendo vinos blancos y también tintos especialmente traídos de la Ciudad de Cañete, hizo que no viese cuando un amigo se retiró en su camioneta con su familia y que me había prometido dejarme cerca a mi casa en el cono norte de Lima. Eso permitió quedarme una horas más y disfrutar de toda la fiesta, retirándome como antaño muy entrada la mañana. 

El nieto de Jorge Lázaro, se encargó de vengar la desilusión del abuelo hace cerca de un Siglo. Porque ahora, la sangre también tiñe de rojo y los seres son de igual valor. El hermoso y viejo espejo de Jorge Lázaro brillará más esperando que con los años otro mortal se le acerque y comience a tararear las letras del “Espejo de mi Vida”. Mi querido viejo amigo, Jorge Lázaro Loayza, puedes descansar en paz.

Crónica 33.- SI SE PUEDE, Freddy Ternero


En un diálogo con Alfredo Gonzales, dirigente del Club Universitario de Deportes, le había recomendado de Freddy Ternero que haga sus inicios como director técnico de fútbol y que comience mejor con niños. Es así que lo lleva al Colegio Markham de Monterrico donde el que suscribe dirigía a los niños de la Categoría 76 y uno de mis pupilos era exactamente un vástago de Gonzales. 

Un buen día, apareció Freddy Ternero para entrenar a los niños de ocho a diez años. Al identificarnos nos hicimos amigos, teniendo gran cercanía en los días de entrenamientos que eran dos veces por semana, incluso al encontrarnos en el momento de salida me conducía en su carro hasta la Av. Arequipa. Mi equipo era bueno para el medio y para los campeonatos de AFIM donde participábamos y hacíamos gran papel. 

Hasta en tres oportunidades me pidió hacer partidos de práctica con sus alumnos. Al principio solo accedía de regular gusto porque consideraba no obtener ningún logro, pero nuestras victorias eran ajustadas y sufríamos la intensa marca que les había encomendado a sus jugadores hacerlo. Comencé a verlo de diferente manera y le auguraba grandes éxitos en el futuro como técnico deportivo. Próximo a su retiro como jugador de fútbol profesional fue técnico de la categoría menores de Universitario, luego fue asistente técnico de Markharian, entrenador del primer equipo crema. 

Luego hizo regular campaña dirigiendo a otros equipos, en el 97 dirigió una selección peruana Sub 20. En el 2001 lo encontré jugando Fulbito junto a Teófilo Cubillas en las instalaciones deportivas del RESERCLUB. Conversamos varias veces porque mi asistencia se debía a que entrenaba al equipo representativo de BASF Peruana en el campo contiguo adonde lo hacía Freddy. Que lejos estaba de pensar que se convertiría en el Entrenador Campeón de la Copa Sudamericana del 2003 dirigiendo al Cienciano del Cusco ganándole al River Plate de Argentina y en Estados Unidos al Boca Junior por la Recopa Sudamericana y que luego se convertiría en el dos veces Alcalde del Concejo de San Martín de Porres. 

Pretendí saludarlo hace como dos años cuando acudió a inaugurar el Polideportivo del Parque Franco Peruano (Parque Senhati) en la urbanización Ingeniería. No pude hacerlo, había mucha gente alrededor suyo. Lástima que nos deja pronto, muy joven a los 53 años. Solo necesitó esos años para pasar a la historia como gran estratega del fútbol peruano junto a Marcos Calderón. Solo esos pocos años para demostrar que SI SE PUEDE.

miércoles, 24 de junio de 2015

Crónica 32.- ANA JULIA


Eran las ocho de la noche y me internaba por un callejón completamente oscuro. En el camino tropezaba con pequeñas acequias y montículos de tierra que por ser desconocidos para mí, no los podía sortear. Mi rostro era arañado por algunas ramas de árboles que necesitaban poda y que se extendían por el camino. Y si, parecía una película de terror. Nadie en el camino, ninguna persona a quien preguntar y debía ingresar por lo menos unas ocho cuadras para encontrar la casa donde debía celebrarse la fiesta de una quinceañera. 

Si me asaltaban, era presa fácil porque no sabría donde correr y a lo lejos se escuchaban algunos ladridos de perros. Me encomendé al padre de la dueña del cumpleaños fallecido unos años atrás, para pedirle apoyo y me permitiese no solo llegar ileso sino también encontrar la casa desconocida adónde iba. La oscuridad hacía más tétrico el viaje. Había prometido ir a La Esperanza en Huaral para cumplir con saludar a una ex alumnita que finalizaba excelentemente sus estudios secundarios y que había dejado su barrio de la Urbanización Angélica Gamarra en Lima para continuar sus estudios en Huaral. 

La promesa de ir a su fiesta no solo era para ella sino también para su madre que adolorida por una terrible enfermedad sabía que la vida se le iba y le angustiaba saber cómo se quedarían sus hijos. Me daba la impresión de ser la versión masculina del cuento aquel donde la niña se había escapado de su casa y que caminaba y caminaba por el bosque buscando donde protegerse para no encontrarse con la bruja.

Por fin encontré una casa que sus dueños salieron porque los perros me querían comer vivo. Al preguntarle por la familia me enviaron dos cuadras más al fondo. Llegué y luego de saludar con mucha alegría a los de casa tomé asiento sorprendido por la inmensa oscuridad que había y visos de no existir ninguna reunión. Sin embargo, al cabo de media hora, llegaron unas camionetas y algunos tíos y primos de ella, comenzaron a bajar instrumentos musicales y potentes linternas. La casa se llenó de invitados y fue una hermosa fiesta. 

A las doce de la noche al son del Danubio Azul, Josefina, la madre de la homenajeada me pidió bailar entendiendo que era la última vez que lo haría porque los dolores que sentía eran cada vez más fuerte. Y no quería quedarse sin bailar justamente en esta ocasión. Contra todo pronóstico, lo hizo muy bien y casi terminamos la pieza completa, pero noté que se había agotado pero que así cansada era feliz en esos momentos con su hija que posiblemente había acariciado mucho tiempo atrás. Me pidió la orientase a su niña mientras pudiese, lo que cumplí a medias. Efectivamente siete meses después nos dejó en el mes de Enero. Se hizo mayor y contrajo nupcias con un apuesto joven, asistí a su matrimonio y parecía una Reyna por lo hermosa que era, más aún cuando llegó en una espectacular limosina. Tuvo una hermosa hija que ahora debe tener más de veinte años. Perdí contacto con ella por muchos años y la encontré por este medio lo que me dio mucha alegría. 

Había sido mi alumna desde los seis añitos y por toda la Primaria en el 2091 de Las Palmeras desde 1979, siendo una destacada y muy inteligente integrante con mucho razonamiento. La quise y la quiero tanto como se ama a una hija y mucho recuerdo cuando algunas veces celebrábamos los 15 de junio en su casa. Su nombre: Ana Julia Roca Colán. FELIZ ANIVERSARIO ANITA. Un abrazo y un tierno beso.

jueves, 11 de junio de 2015

Crónica 31.- HISTÓRICA VICE-PARROQUIA DE PAULLO-LUNAHUANÁ

La primera Iglesia que se construyó en el Valle de Lunahuaná fue en Paullo, construida por el pueblo y con el apoyo de misioneros franciscanos. Estuvo consagrada a la Virgen de la Asunción. Ubicada en la parte baja de Paullo a orillas del río Cañete, siempre con el peligro de que el caudal carcomiera parte de la base del Templo. Y así acontecía, encontrándose restos humanos y también de soldados chilenos, enterrados con uniforme y todo para evitar que sus compañeros tomen represalias, la vez que fuimos invadidos por tropas del País del Sur.


Iglesia que alguna vez fuese visitada por Santo Toribio de Mogrovejo en sus viajes de peregrinaciones y oficiando la Santa Misa. A esa altura existía un puente colgante y otro hecho a palos (mancarrones) y era el paso obligado de todo transeúnte que pasaba en dirección a Yauyos o que retornaban para San Vicente de Cañete. 

Al otro lado del Río estaba Lúcumo y hacia la derecha Casaya, que en tiempos del Incanato debió ser un enorme cementerio pegado al cerro. Por 1950, caminando con otros niños, tropezábamos con infinidad de huesos humanos y hasta nos atrevíamos a darle puntapié a algunos cráneos. Más arriba por las parcelas de chacras, en algunas entradas observábamos momias en posición sentadas, convenientemente cubiertos por sábanas, dejándose entrever parte de sus rostros al haberse carcomido parte de la tela que lo cubría muy al estilo de la Cultura Paracas. Alrededor, había un ambiente protegido con piedras que en una época fue muy cuidada. Los mayores no nos permitían acercarnos mucho porque de lo contrario “los gentiles” podían hacernos daño. Con el tiempo, ya de adolescente, no encontramos nada, todo había desaparecido. La agricultura era maravillosa por la gran cantidad de fruta que encontrábamos, sobre todo, nísperos, uva y manzanas. También papa, camote y algodón. El Río se encargaba de proveer de gran cantidad de camarones en forma asombrosa. Hoy todo ha mermado pero no deja de ser interesante.

El inicio del turismo en Lunahuaná se produjo cuando Carlos Manuel Verau, periodista del Diario El Comercio, fundó la primera Escuela de Canotaje al borde del río aledaño al Templo. En Paullo y en todo el Valle, la naturaleza nos brinda la oportunidad para diversos juegos de aventura y espacio propicio para el camping y estacionamiento. Esta histórica Iglesia debe ser protegida y restaurada porque conjuntamente con las ruinas arqueológicas de INCAHUASI son Patrimonio Cultural, constituyéndose Paullo como la principal atracción turística del Valle.


Crónica 30.- “VIVE RÁPIDO, MUERE JOVEN”

Xamia Rodríguez, una de las chicas que viajó a Cancún con Gerald Oropeza “Caracortada”, solo tiene 19 años, viajó a México sin saber quién iba a costear todo, es un caso. Gianella Guerrero Neyra, 19 años, pareja del sanguinario sicario Jhairol Torres Cáceres, “Jhairol” de 18 años, es otro. 

La chica cayó con unos sujetos en un auto con un arsenal de armas, en el que destacaban granadas y fusiles de guerra. Sospecha la policía que era la encargada de llevar las armas para que “Jhairol” realice sus trabajitos. En San Miguel, su madre llora desesperada y no puede creer lo que le ocurre a su hijita mayor. “Es una chica de su casa, estudiosa” indica con tristeza. Gianella conoció al sanguinario cuando cursaban primaria en el Callao. La familia se mudó a San Miguel para alejarlos de las malas juntas. ¿Educación Primaria?, ¿Malas Juntas?, si apenas ocho años atrás, o sea en el 2007, tenían diez, once añitos. ¿Y los profesores?, ¿Y los padres? Si pues, estando en casa son capaces de relacionarse con los peores vagos, con los peores criminales, violadores, pedófilos y drogadictos a través de las redes sociales. No basta solo darles amor. También hay que disciplinarlos, controlarlos, darles confianza y tener mucha comunicación. ¿Y el docente moderno? Que no se renueva ni implementa convenientemente. 

Que lejos están los días que los maestros íbamos en busca del alumno a sus mismas casas y nos preocupábamos por sus tardanzas o por su falta en realizar tareas o interés por las clases. Lo riguroso que éramos con ellos y el diálogo serio que entablábamos con los padres al margen de la amistad que podía existir. Hoy se perdió el respeto a padres y profesores, consecuencias de las políticas educativas que cada vez son más incongruentes con la formación del hombre que el país necesita. ¿Y la formación del nuevo hombre peruano? que tanto propiciaba un famoso gobierno revolucionario, so pretexto de una Reforma Educativa. El nuevo peruano es aquel joven sicario que por un puñado de soles da muerte a diestra y siniestra. O el jovencito, líder de una banda que da muerte a su padre, o los que se metieron a traficar con drogas. Y los que quieren cobrar cupos.



Debe volver la educación pre-militar, restablecerse la disciplina en los colegios, existir una reforma carcelaria, judicial y castigar a los jueces corruptos, profesionalizarse a los policías. El servicio militar debe ser verdaderamente obligatorio. El Ejército y la Marina deben patrullar la Ciudad. Enseñar educación política en las escuelas, que se analicen los objetivos que proponen los partidos políticos. 


Los que pueden ser capaces de cumplirse y tachar los imposibles. Que seamos capaces de saber elegir a nuestras autoridades locales y nacionales. Que no tengamos que acudir a la Universidad y de un momento a otro ya contamos con un carnet de filiación política. Que tengamos una posición crítica de las obras hechas por los últimos alcaldes o gobernantes. Por último, que tengamos propiedad para conocer cuál es el papel que nos toca vivir en el espacio y tiempo de nuestra existencia. “Vive rápido, muere joven”.


lunes, 18 de mayo de 2015

Crónica 29.- ¡¡BASTA MASACRE!! ¡¡BASTA REPRESIÓN!!

Eran dos pancartas que había ilustrado Humberto Silva Santisteban. Corría el año 80 y habíamos acudido a una romería en el Cementerio El Ángel para homenajear a nuestros colegas caídos en las luchas magisteriales. Ello con ocasión al Día del Maestro, así es que debía ser un seis de Julio y Morales Bermúdez estaba próximo a entregarle el mando al Arquitecto Fernando Belaúnde Terry. Estaban en el dibujo los rostros cadavéricos con cascos militares en alusión a la represión que el gobierno militar imponía a nuestro joven sindicato. Y vaya que debíamos ser muy valientes para acudir a estas manifestaciones gremiales cuando existía una bárbara represión. Y los “pinochos” (carros rompe-manifestaciones) que arrojaban agua con gran fuerza y los maestros hombres y mujeres debíamos correr para evitarlos. Correr también de los policías que con sus varas sentían mucha satisfacción en pegarnos. Correr y guarecerse para evitar que nos caigan perdigonazos como sucedió en algunas oportunidades en el Jr. Ancash de los Barrios Altos, cuando los policías disparaban contra los rostros de los profesores y el brillante docente Ricardo Dolorier (Catedrático de la Universidad de La Cantuta) tuvo que sacarse la camisa para mostrarle al público que le habían dado en el rostro y en el pecho. Y las fuertes agresiones que sufrimos cuando la policía ingresó a la Universidad de San Marcos y a nuestros dirigentes los enviaron al SEPA (Centro Penitenciario que quedaba en la Selva), en aquél entonces no estaba cercado el recinto universitario. Y la vez que ingresaron a la Facultad de San Fernando (Jardín Botánico) donde solíamos reunirnos para escuchar los informes del propio Horacio Zeballos, en la losa deportiva.

 Había muchos, cada uno trataba de buscar colegas de su Sector, para sentirse acompañado. Yo era del Doce sector escolar que correspondía a Independencia, Comas y Carabayllo. Pero andaba huérfano, no conocía a nadie. Todos los colegas eran desconocidos. Cuando de pronto me encuentro con Luisa Villalba, colega que andaba en lo mismo. Portaba las pancartas y al preguntarle por ellos me los mostró y le dije que podíamos levantarlos. Estaban excelentes. Apenas lo alzamos, la mirada de cientos de profesores que nos observaban con admiración, eran precisas dada la etapa de la dictadura militar. Al fondo donde había un estrado, cerca de la puerta del cementerio, periodistas con cámaras en manos que nos enfocan para tomar una serie de tomas. Había una joven reportera con cabellos dorados y de raza blanca que no cesaba de apuntarnos con su máquina. La valiente profesora Villalba, madre de Luisa Fernanda y de Flor de María (dos pequeñas y brillantes alumnitas que teníamos y que el tiempo nos dio la razón) que comienza a hacer los coros de SUTEP, SUTEP, SUTEP…

Que tiempos. Hacíamos historia, con la idea de llevar adelante nuestro sindicato. Nuestra lucha era netamente gremial. Posteriormente se politizaría hasta el presente. Y si, buscábamos la justicia. No sólo en el papel, también en la práctica. La foto dio la vuelta al mundo, salió en periódicos y revistas. Años después sería utilizado por algún partido político para propagandizar paros nacionales. Hoy la represión no ha cambiado mucho. Fijémonos en el problema anti minero en Islay, Arequipa. Mataron a Victoriano Huayna y el deseo vehemente por incriminar a Antonio Coasaca. Hay denuncias contra la Policía Nacional y el Diario El Correo de Arequipa. Seguiremos buscando justicia de repente salgamos otra vez los viejos maestros a las calles, porque en aquella época el maestro “Luchando, también estaba Enseñando”.




domingo, 17 de mayo de 2015

Crónica 28.- Carlos De la Cruz


Un día como hoy, hace exactamente 42 años, se iniciaba la temporada veraniega y mis labores de Natación en el prestigioso Club Terrazas de Miraflores, bajo la organización del genial nadador peruano Johnny Bello. Luego de las Olimpiadas de Munich – Alemania donde logró destacada actuación, vino a radicarse al Perú y formó un excelente grupo de 35 profesores en la época.

Como me unía gran amistad con el “Pecoso”, me preguntaba el porqué de mi alegría. “Maestro (así nos tratábamos), nació tu primer hijo y en un seis de enero, como yo. Entonces va ser bueno, “todo los que somos de ese día somos buenos”, bromeaba. “Con tu conducción será un buen nadador” (que generalmente era el tema, buscando talentos). Lo tuve en el nivel de educación inicial donde destacó junto con un buen grupo de niños que tenía y que se sentaban en la famosa mesa “roja”. Luego, ingresó al Colegio Santo Toribio del Rímac donde tuvo la oportunidad de integrar el excelente coro “Los Toribianitos” de gran renombre. Ingresó a la UNMSM y terminó Ingeniería Industrial en los primeros lugares. Destacó en todos, pero el mejor título lo logró cuando se unió a una maravillosa mujer, Elizabeth, con quien son muy felices.

Fue uno de los mejores nadadores que tenía en el Lima Cricket y era con su estilo, modelo para otros. Luego de la jornada, mis compañeros me acompañaron al Hospital Rebagliatti, recuerdo a Manuel Pomalaza y Pedro Manrique con quienes celebramos. Johnny Bello, tenía razón, es bueno.

Gran nadador, pero es mejor nadando en los problemas de la vida y superándola. Amando a su esposa con quien vive en su Departamento de La Castellana en Surco y sigue estudiando. De carácter serio y duro, pero se sensibiliza con sus padres y con los niños. Parece que fue ayer y recordarlo me hace vivir con mucha alegría y orgullo de padre. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS CARLITOS!.

sábado, 16 de mayo de 2015

Crónica 27.- Las canciones de nuestra vida

Cuando cursaba estudios de Educación y participábamos en las VI Olimpiadas Universitarias a nivel nacional con sede en la ciudad de Arequipa, en una concentración nocturna con la asistencia de varias delegaciones deportivas de diversos departamentos del País, se produjo un buen momento de jolgorio y estaban los chiclayanos cantando y bailando las marineras de su región, los cuzqueños con sus carnavales, ni hablar de los arequipeños que estaban en su pueblo. Los huancaínos con sus huaynos y danza incluida; los cajamarquinos también con sus carnavales. 

Que alegría de los que habían asistido en diversos deportes, bailaban, danzaban y reían. Pero el caso es que los “limeños” a pesar de las arengas de los otros grupos por escucharnos, no entonábamos ni bailábamos nada. Silencio sepulcral en la delegación de Lima, con nosotros, los de San Marcos, Federico Villarreal y la Universidad Católica, ninguna marinera o huayno limeño, menos un Vals o una Polka. Nadie sabía la letra de una canción completa. 

Recuerdo a Luis Alberto Cabrejo, compañero y amigo, preocupado por no quedar mal nos instaba a entonar aquel vals de moda por aquellos tiempos “Lima de Novia”, “Bañada por las aguas, de un mar que te acaricia, coqueta y soñadora así eres Lima tú…” y ahí quedábamos. Quedé muy preocupado, todos los integrantes de las delegaciones éramos dedicados netamente al deporte, casi todos “cachimbos” que uno o dos años atrás habíamos concluido la secundaria. 

En 1966, durante un viaje a Machu Picchu en el Cusco, luego de haber visitado las extraordinarias ruinas y ya de regreso a la Ciudad, habíase descarrilado un carguero, por lo que demoraron en arreglar la vía férrea en la localidad de Santa Anita. Entrada la noche, para pasar el tiempo los pasajeros bajamos del tren para estirar las piernas, hacer fogatas y “matar” el tiempo, algunos grupos de visitantes que habían asistido del interior del País empezaron a cantar canciones propias de su departamento o región a la que pertenecían. Nunca escucharon nada de los “limeños” y preocupados nos preguntábamos ¿Qué cantamos? 

Cuando comenzó mi labor de docente, me encontré con que la mayoría de mis colegas profesores de mis centros laborales eran naturales de diversos departamentos y algunos del Perú profundo, pocos o casi nadie éramos criollos o de la Región. Las canciones que enseñaban eran pues, las que se sabían así como las danzas. Nadie enseñaba canciones propias de Lima o Lima Provincias. Me dediqué a enseñarles, incluso ponía notas si cantaban o bailaban un huayno, una marinera o un vals limeño. Hoy día, contratan profesores de danzas especialmente para unas competencias internas en los planteles. 

No está mal, porque finalmente es el folklore nuestro, pero tampoco hay preocupación por el folklore de nuestra región ni por lo criollo. Unas nietecitas me invitaron a uno de estos festivales y acudí a verlas. Me entregaron un programa que contenían unas canciones y danzas que nunca había escuchado: Dakujut Emematman Awajugnum de Amazonas; Carnaval de Lomas de San Martín; Ritual de Ayhuasca de Madre de Dios; Ani Sheati de Ucayali; Los cholones de Rupa Rupa de Huánuco; Los Chunchos de Porcón de Cajamarca; Capac Kachampa del Cusco; Carnaval de Macari de Puno; Carnaval de Cochorgo de Huancavelica, entre otros, etc. Lindos, pero no había nada de nuestra Región Lima. 

Y desde aquellas lejanas Olimpíadas Universitarias del 64, no ha cambiado nada, ya pasaron 50 años. Vamos a proponer que en los centros musicales se dediquen a enseñar música criolla con escolares de planteles cercanos a la sede musical. Y la marinera limeña? sólo bailan en competencias que organizan en Trujillo para la época primaveral. Y el huayno limeño? : “Quisiera ser picaflor, y que tu fueras clavel, para chuparte la miel….” Y de esta canción no pasamos. Tarea para las UGELS y directores de colegios estatales y particulares, salvo que tampoco les guste la idea.


viernes, 15 de mayo de 2015

Crónica 26.- Al alumno con mucho amor. Parte 1

En la década del sesenta, exhibieron una película titulada “AL MAESTRO CON CARIÑO”, excelente película que muestra al joven actor Sidney Pointer que lo llevó a la fama con esa actuación.

Narra lo difícil que era ganarse el aprecio de unos jóvenes descarriados que a la postre, mediante diálogos, ejemplos y deportes, logró corregirlos y ganarse la admiración de los adolescentes. Hace unos días, mientras descansaba, puso mi hija un... vídeo de la Fiesta de Promoción (¿?) de uno de mis nietos que había terminado su Educación Inicial de cinco años. La profesora (Miss, en los tiempos modernos) tomó la palabra para despedirse de sus alumnitos y padres de familia y entre muchas cosas interesantes se quebró al sentir que ya no los iba a ver más, recordaba que cuando llegaron no sabían pintar, recortar, usar lápices etc. que ella fue testigo de la superación de cada infante. También, extrañamente me sentí aludido al identificarme con ella. Y si, recordé que había que dar gracias a Dios por permitirme gozar de la frescura de muchos niños y niñas, que tuve la oportunidad de tenerlos en mis aulas. No uno, sino cinco años. Tenerlos a tan tierna edad, ver la alegría en sus rostros, secar sus lágrimas cuando recordaban a sus mamás, o sufrían algún golpe; calmar sus iras cuando se molestaban con alguien; brindarles la seguridad de que podían superarse cuando obtenían una nota baja; la alegría en persona cuando obtenían una gran nota; levantarlos y calmarlos cuando a los cinco añitos llegaban a mi aula (en aquella época se podía matricular antes de los seis) y en algunos momentos les entraba la nostalgia del hogar.

Cuando orientaba por separado a los varones que llegaban a la pubertad y a las niñas que por efectos biológicos ignoraban como actuar en determinados momentos (papel que muchas madres no lo hacían) escuchaba sus voces frescas cuando reían o cantaban. El ímpetu que ponían cuando jugaban fútbol o voleibol las niñas. Observar su transformación cada año. Llevarlos a nadar en la piscina entre sustos, quejidos, alegría y gran preocupación de mi parte porque no les pase nada. Es para el docente una gran felicidad ahora en el recuerdo. Pasar con ellos muchas más horas de lo que pasaban con sus padres que se las pasaban trabajando. Robarme parte de sus vidas; hacer las veces de sus padres cuando de llamarles la atención se trataba. Cuidarlos cuando nos íbamos de paseo. Recordar sus travesuras cuando estaba en casa lo que me llevaba a sonreír.

Gracias Dios mío, por haberme dado esa oportunidad. Gracias, por hacerme conocer que treinta o cuarenta años más tarde se encuentran en diversas partes del mundo y en una muy buena posición, que todos son muy buenos padres de familia. Que muchos profesionales se encuentran en Perú y lo que es más anecdótico no se han olvidado de su profesor. Y si, escuchando a la profesora me llenó de nostalgia y también quise llorar