René Bustamante, era una hermosa dama muy respetable, prima hermana del ex presidente José Luis Bustamante y Rivero (autor de la Tesis de las 200 millas marinas) casada con el Ing. Eduardo Crosby con quien tuvo siete hijas y un octavo que fue el único varón. Mi madre había hecho algunos trabajos para la familia ganándose el respeto y la confianza como para in...vitarla a cuidar su casa todos los veranos desde antes de Navidad hasta el 30 de marzo mientras la familia Crosby Bustamante se iba de vacaciones a Arequipa. Así veraneábamos en Jesús María desde los nueve hasta los cerca de 15 años o sea entre el 55 y 60. Como yo era pelotero, ingresé fácilmente a la “collera del barrio”. Practicábamos en el Parque Mariscal Cáceres, en algunas calles que tenían jardines amplios o en Campo Marte que andaba en esos tiempos muy descuidado. Con Carlos Okada y Pedro Bosanick (creo que así se escribe el apellido) éramos no solo de la misma edad sino las estrellas del equipo. Con ayuda de un buen vecino quien nos compró los uniformes, formamos el Equipo Defensor Pumacahua (por ser la cuadra en donde generalmente parábamos) para participar en un campeonato de Fulbito en el YMCA de Pueblo Libre. Pedro era el arquero, el “Chino” Okada que era japonés, defensa. Alberto Aranda, Carlos Erico Herrera, Alfonso y Oswaldo completábamos el equipo. Todas las noches sentados en el Parque, hacíamos planes de cómo debíamos jugar. Algunas veces nos visitaba Jimmy un flaquito que bajaba desde la Iglesia San José para ensayar y conversar con Pedro. No jugaba y tampoco le gustaba alentarnos, perdía cuando hacíamos fuerza de brazos tendidos en el gras. Era un chico bonito, pero no más que Pedro que se ganaba la admiración de las chicas. Este era fornido, alto, de ojos pardos claros, de tez blanca y cabellos castaños. No le gustaba cuidarse cuando íbamos a Campo Marte y se cuadraba de arquero. Llegaba sucio a su casa y muchas veces con la ropa manchada de barro. Solía dejarnos a sus 14 añitos para cantarles a las chicas del barrio quienes le pedían una y otra canción. Y que bien cantaba cuando teníamos la oportunidad de escucharlo. Una vez, una hermosa chica le pidió que cante un Huayno y él sin inmutarse lo hizo espléndidamente. El primer partido, fue una calamidad para nosotros. Perdimos por 8 a 1, tocándome a mí hacer el tanto de honor. Perdimos el segundo haciendo otro gol, pero el tercero si lo ganamos por tres a dos y también tuve la suerte de hacer otra anotación. A pesar de todo, los muchachos me felicitaron por haber sido el goleador del equipo con tres goles. Las siguientes participaciones fueron mucho mejores, siempre con Carlos y Pedro, como la vez que fuimos al Parque de la Bandera donde había una cancha de Fútbol, hoy es una plazuela, ganando por 7 a 3. Ingresaba al Tercero de Secundaria y ya no volvimos más a la casa de Mayta Capac. Dejé de verlos. Se que Carlos Okada se hizo Karateca y daba clases en una Institución armada, Alberto Aranda se hizo Administrador y desde mi casa en los Barrios Altos, con mi Radio Siera de entonces, escuchaba a un jovencito que se estrenaba como cantante nuevaolero JIMMY SANTY: Sabor a salado…. Pero mi sorpresa fue mayor cuando también escuché días después a mi arquero de Fútbol de mil batallas, el bravo del barrio (porque también le entraba a los golpes) con un nombre artístico desconocido para mí: KOKO MONTANA: Nadie me vio quererte, nadie me vio besarte………Beatriz…..
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